domingo, 3 de octubre de 2010

Las Aventuras de Gottfried Rinkley. Capítulo IX.

Capítulo IX. El día que Gottfried Rinkley gritó en público "Gang, más que gang".

Twinkley Rinkley , little star How I wonder how you are... Del poema épico "Twinkley Rinkley", escrito en 1913 por Sir John Barbirolli.

Según Nuño Álvarez de Arístegui, biógrafo oficial de Gottfried Rinkley, no existe ninguna duda de que lo que a continuación vamos a contar sucedió exactamente así, pues los hechos parecen estar suficientemente contrastados y documentados historiográficamente.

A la edad de 17 años Gottfried Rinkley seguía tan calvo como siempre pero lucía ya una cuidada y elegante peluca de astracán cuya factura de compra se conserva en la actualidad en la Sala Púrpura del Museo del Peinado de Georgetown. Tocado de tan elegante cabellera postiza, dirigióse a la vecina ciudad de Adalbertatownsville para comprar nuevas palas cavafosas por encargo de maese Johannes, el sepulturero. Adalbertatownsville se hallaba situada en aquel entonces a unas 16 millas de Presbistoffen, villa natal de Gottfried Rinkley, (es curioso comprobar como hoy, por el efecto de la téctonica de placas, estas localidades distan aproximadamante 7.000 millas). Johannes prestó a Gottfried, para realizar el viaje, a su gorrino Ludovico, un puerco de potentes patas traseras y, lo que era mejor, un excelente conversador.


Durante el camino, Ludovico recitaba sin cesar al poeta Horacio: Que la poderosa diosa de Chipre y los hermanos de Helena, lucientes astros, y el padre de los vientos te guíen, y sople el Yápige favorable, oh nave que me debes a Virgilio, a ti confiado.

(Sin cesar). ¡Oh nacida conmigo, siendo cónsul Manlio!, ya contengas lamentos o juegos,ya disputas y locos amores o sueño confortable, piadosa arcilla que custodias un excelente Másico

(Sin cesar). A ti la luminosa tutela de Júpiter te libró del impío Saturno y retardó las alas del Destino veloz

(Sin cesar). Voy a cantar versos jamás oídos antes a los niños y a las doncellas.

(Sin cesar). Vano será que nos abstengamos del cruento Marte y de las rotas olas del ronco Adriático

(Sin cesar). Dauno, pobre de agua, reinó sobre silvestres pueblos, que, aunque de humilde cuna, fui capaz el primero de trasladar la lira Eolia a metros Itálicos.

Y llegando a la Plaza Mayor de Adalbertatownsville Ludovico proseguía: Todos terminaremos en el mismo lugar. La urna da vueltas para todos. Más tarde o más temprano ha de salir la suerte que nos embarcará rumbo al eterno exilio.

"¡¡¡La urna da vueltas para tu p**a madre!!!", gritó fuera de sí Gottfried Rinkley mientras estrangulaba con sus propias manos al gorrino Ludovico en mitad del Mercado Central de la Plaza Mayor de Adalbertatownsville ante la atónita mirada de los lugareños.

Gottfried se limpió el febril sudor que cubría su frente con su peluca de astracán mostando así una reluciente cabeza calva. Abatido y afligido, bien por el gorrinocidio bien por el sopor intelectual que la larga exposición a los poemas de Horacio le habían causado, subió pausadamente sobre el lomo, todavía caliente, del difunto Ludovico y recitó su famoso poema, Gang, más que gang, (oda a Ludovico, el rapsoda de Horacio).

Gang, más que gang.
Puerco, gorrino Ludovico
Los versos que hoy te dedico
Tu memoria para siempre honrarán.
Rapsoda y sucio poeta
Que sobre tu lomo mi cuerpo portaste
tu muerte quizás no nos baste
para mi merecida vendetta.

Y así sigue el poema durante 246 cuartetas en las que se detallan la matanza, despiece y banquete posterior que, a la salud del gorrino Ludovico, se dieron Gottfried Rinkley y los habitantes de Adalbertownsville que lo nombraron hijo predilecto.
Los daños colaterales de este primer uso del diminutivo gang (rufián) por parte de Gottfried Rinkley son, desafortunadamente, bien conocidos por todos. Pero, indudablemente, a él le debemos la existencia de nuestro actual crimen organizado aunque la ejemplarizante disminución de la longitud de la palabra original, Gangszentségtöréssokemberélelmiszerennireggel, tuviera propósitos meramente lírico-métricos.
Afortunadamente se conserva una grabación de aquel momento histórico en el que el pueblo de Adalbertownsville coreó, junto a Gottfried Rinkley, su inmortal Gang, más que gang:

2 comentarios:

David dijo...

Esto está cogiendo unos tintes.
pero me ha hecho gracia lo de "La urna da vueltas para..." Ja,ja..

Un saludito.

Insanus dijo...

Pobre Ludovico!

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