jueves, 18 de febrero de 2010

Concierto para violín. Jean Sibelius.

"Soñé que tenía 12 años y era un virtuoso del violín. El cielo de mi niñez está lleno de estrellas... demasiadas estrellas".
Jean Sibelius.

Uno de los más grandes compositores de todos los tiempos es el maestro finés Jean Sibelius, autor del Himno Gusano. Músico postromántico y nacionalista al que admiramos profundamente en este blog.
Recientemente Monseñor y un servidor tuvimos la inmensa fortuna de volver a escuchar en directo su célebre y magistral Concierto para Violín y Orquesta op. 47. Un auténtico clásico en el repertorio de cualquier violinista que se precie y que tenga las dotes y los botones suficientes como para interpretarlo, porque el grado de dificultad técnica de las páginas de este maravilloso concierto es altísimo, según dicen los entendidos.
Debido a la exigente ejecución que requería el concierto, Sibelius lo dedicó al virtuoso vilolinista Willy Burmeister, con la esperanza de que fuera él quien lo estrenara. Pero diversos desencuentros y malentendidos lo impidieron.

Destacamos el primero de ellos por mundano y graciosete: Sibelius recibía del Estado finlandés una renta anual que le permitía dedicarse exclusivamente a la composición, amén de los beneficios que le reportaban sus composiciones, (recordemos que Sibelius es uno de esos felices ejemplos de compositores reconocidos en vida). Pese a que estas dos fuentes de ingresos debían bastarle para llevar una vida cómoda, el maestro Jean Sibelius era, además de un genio de la composición, un genio del buen vivir y gustaba no sólo de fagotes y trombones sino también de champaña y licores. Un bache económico, que podría achacarse a esta alegría de vivir, le obligó a programar una serie de conciertos "de urgencia" en Febrero de 1903 para sanear sus cuentas. Fecha en las que no estaba disponible Burmeister, quien, dolido, no interpretaría jamás este concierto (hubo una segunda afrenta que ya contaré otro día). Cosas que pasan.

Muchas composiciones y momentos clásicos consiguen arrasar mis ojos de emoción. Uno de esos momentos es el primer minuto del I Movimiento de este concierto. Estos breves segundos, que canturreo muy a menudo, me estremecen.
Si el primer movimiento del Concierto es el del virtuosismo armónico y el segundo el del melódico, el tercer movimiento es, sin duda, el del rítmico. Sibelius utliza el ostinato de la cuerda, reforzada por los timbales, para presentar el marcado ritmo de una danza de origen polaco, -aunque muy arraigada en el folklore finés-, la polonesa ("polska"), que servirá de base al movimiento más virtuoso de todo el concierto.

Virtuosismo que ejecuta a las mil maravillas, el malogrado, depresivo, alcoholizado, pasional, intenso y genial violinista francés Christian Ferras , quien es, para el que esto escribe, el mejor intérprete de este concierto que ha conocido la Historia.

Aunque la versión que disfrutamos Monseñor y yo, la de la Orquesta Real del Concertgebouw con la joven Janine Jansen tocando un "Barrere" de Antonio Stradivari, tampoco estuvo mal...
Disfruten amigos míos.

10 comentarios:

Tarquin Winot dijo...

También es uno de mis favoritos. De hecho, la versión que tengo cuenta con Ferras al arco y es sencillamente estremecedor. Lo compré a través de mi melómano cuñado y desde entonces la heredera y un servidor lo escuchamos a menudo. Como sabes también tengo debilidad por el "Vals triste" que comentaste en el ladrillo hace ya unos mesecitos. Saludos.

lunes dijo...

Ni consigo ver el video ni creo haber escuchado nunca la maravilla que usted nos promete, así que me pondré a conseguir ambas cosas. De todas formas, le dejo unas preguntas : ¿cree usted que el capricho 24 de paganini puede ser la obra más complicada para un violinista? ¿Ha leido algo de Gelinek? ¿Se atreve con uno de sus decálogos sobre obras o pasajes "malditos" de clásica?

Anónimo dijo...

Estupenda entrada sobre el grandísimo Sibelius. Para mí, SIBELIUS, MAHLER y SHOSTAKOVICH son la Santísima Trinidad de la Música del Siglo XX, ante los cuales me arrodillo en mi pequeño altar casero. En cambio, no soporto a Schönberg ni a ninguno de los dodecafonistas (soy así de raro). Sibelius tampoco soportaba a Schönberg y la música atonal, y eso hizo que en la última época de su vida le acusaran de ser una especie de "dinosaurio" que seguía componiendo música del pasado.

Pero ¡qué música! Hoy todos los aficionados a la música se emocionan con las majestuosas composiciones de Sibelius. En cambio, Schönberg, Boulez, Cage, Stockhausen y el resto de la quinta de la no-música son los que ahora parecen "dinosaurios" desfasados.

David dijo...

Vaya!. Hoy he escuchado vuestro himno. Me ha gustado. Al igual que lo que habéis puesto aquí. Y también he repescado 300 contra Boyero. De esa hasta os dejaría comentario allí, pero estoy como cansado. Igual otro día.
Joder! En el anterior comentario han mencionado a Stockhausen. Era el genio por el que suspiraba un viejo conocido hace la tira de años... Yo no lo entendía.. Las vueltas que da la vida. Qué olvidado tenía ese nombre. Ah! No. Que se murió hace un par de años y hablaron de él en algún periódico. Pero bueno, lo había vuelto a olvidar (je,je)
Un saludo.

Mister Lombreeze dijo...

Compartimos pasión sibeliusiana Tarquim. Por cierto aprovecho para recomendar encarecidamente que paseen sus ojos y oídos por esta maravillosa entrada de Mr. Winot:
http://enladrillovisto.blogspot.com/2010/02/salve-regina.html

lunesyes, hazte con este concierto asap. Y también con este vídeo de Ferras para que admires su increíble digitación.

Respondo a tus preguntas.
¿cree usted que el capricho 24 de paganini puede ser la obra más complicada para un violinista?. Ni idea, pero sé dos cosas sobre las obras de Paganini: 1. que fueron una de las grandes inspiraciones de Liszt y 2.- que todas son muy complicadas para mí.
A mí me sonaba que era una obra de Bach, la Chacona de su Partita n. 2: http://www.youtube.com/watch?v=UFdbQtu2A4Q

¿Ha leido algo de Gelinek?. No, pero sí he leído algo sobre Karina Jelinek: http://www.zastavki.com/pictures/1024x768/Girls_Models_K_Karina_Jelinek_002682_.jpg

¿Se atreve con uno de sus decálogos sobre obras o pasajes "malditos" de clásica?. No, pero me atrevo a recomendar la película "El violín rojo".
Y también a proclamar que uno de los pasajes más malditos que se me ocurren de la música clásica es el "Bésame el culo" ("Leck mich im Arsch")
de W.A. Mozart:
http://www.youtube.com/watch?v=SHIw-ZfbDSQ

Mister Lombreeze dijo...

J.C.. Amén hermano!. De raro nada. Schoenberg es nuestro particular anticristo musical, porque algunas vangardias nacieron muertas.
Por cierto, no quiero ponerte los diente largos, pero el próximo día 24 voy a escuchar a la Filarmónica de Berlín interpretando la sinfonía n.2 de Sibelius.

David, Stockhausen compuso un cuarteto de cuerda para violín y helicópteros. No estoy colocado ni nada, es verdad, lo juro:
http://www.youtube.com/watch?v=g2qQ6UWbRVc

En fin, que cada uno extraiga sus conclusiones.
Creo que es hora de que desempolvemos nuestos posts sobre ARCO...

MonSeñor Gusano dijo...

Bonito concierto, bonitas conciertistas,,,los brazicos de la violinista un poco flojeras para mi gusto. Alguien que le da tanto al violín.... tenia su aquel la moza eso si. Y la preñada tocando... ese hijo saldrá un virtuoso....os lo digo. Mas conciertos de "clásica" jolines. Que te dejan el cuerpo alegre.

lunes dijo...

Quítome el sombrero que no uso ante sus respuestas y links. Me ha hecho pensar en que debería genuflexionarme ante su cerebro; pero en seguida he descubierto que lo que verdaderamente me gustaría hacer es colocar mi propio cerebro entre los senos de Karina Jelinek.
Cosa similar que podría haber hecho el señor Stockhausen si no se hubiera ocupado de los helicópteros.

Anónimo dijo...

Bellísimo ese primer movimiento del concierto de Sibelius, sí.
¿De verdad recomienda El Violín Rojo? No sé, no sé...

Mister Lombreeze dijo...

ana, Yo guardo buen recuerdo de esa película, aunque confieso que no he vuelto a verla desde su estreno hace ya 10 años. Y la música de Corigliano era muy bonita.

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